jueves, 4 de agosto de 2016

CINCO SUICIDAS SIN ESCUADRÓN



“El mundo es de los aventados” – Juan Escutia



Aprovechando que los queridos amigos de Cinemex y Universal se pasaron de lanza y evitarán que todos sus “Cinéfilos frecuentes” no vayan a poder usar sus puntos en su Combo cuates hoy en la noche y no van a poder ver antes que yo Escuadrón Suicida, más que enviarles mis condolencias, les dejo un bonito ejercicio de búsqueda para que se entretengan toda la noche viendo o localizando algunas películas que hablan de nuestros suicidas consentidos. Así podrán canalizar sus energías en algo más productivo que destrozas sus cuartos y tirarse a ver Strange Things en Netflix, malgastando sus clínex y observando cómo novia plantada sus boletos que ya no les van a servir.



Vincent Van Gogh (1853-1890)

Nuestro choreque favorito, pasó a la historia por pintar rayones maravillosos, jugarle al Armillita pero con su propia oreja y por haber acabado su miserable existencia por su propia mano. Sobre el tema se ha escrito y reflexionado mucho (hasta una bandúncula - o sea, la mezcla de banda y forúnculo - se puso el nombre del órgano que se auto extirpó). Las cintas más sobresalientes sobre él son Van Gogh (Alain Resnais, 1948), Vincent y Theo (Vincent & Theo, Robert Altman, 1990), Sueños de Akira Kurosawa (Dreams/, Akira Kurosawa, 1990, en el episodio “Cuervos”) y sobre todo, Sed de Vivir (Lust for Life, George Cukor y Vincente Minnelli, 1959), la que hoy recomiendo, sobre todo por la estupenda interpretación de Kirk Douglas como Vincent. Es fácil de localizar, está en Popcorn Time, pero para mejores resultados, búscala como El loco del pelo rojo online, en Google ¡Hostias!





Yukio Mishima (1925-1970)

Uno de los más grandes novelistas japoneses, se hizo famoso, además de todo, por sus incogruencias político-sociales (a pesar de ser homosexual, tenía una marcada tendencia al tradicionalismo de su sociedad y a la extrema derecha política). Se practicó el seppuku (conocido por muchos como harakiri), que consiste en auto destriparse. Sobre él han corrido ríos de tinta y se han filmado muchas cintas sobre sus obras, pero lo más sobresaliente es la estupenda biopic Mishima, una vida en cuatro capítulos (Mishima: A life in four chapters, Paul Schrader, 1985), al cual es una obra mayor. Les dejo la cinta completa con subtítulos en español.





Kurt Cobain (1967-1994)

El más rebelde del “club de los 27”, llegó a ser tan influyente que muchas adolescentes de mi generación perdían la cabeza por él (incluso, él perdió la cabeza por sí mismo). A todos nos dejó un hueco en el corazón, casi del tamaño del que se hizo en el cráneo cuando escuchamos la noticia de su muerte. Sobre su misterioso suicidio se ha especulado mucho: Que si lo mataron por orden de su esposa, Courtney Love, que si lo mató una banda de ladrones, que si él mismo se voló la cabeza por accidente al cortarse las uñas de los pies… Y muchas tonterías por el estilo. Se han filmado documentales y documentales sobre su vida. Los más sobresalientes son: Kurt Cobain: Montage of Heck (Brett Morgen, 2015), Kurt Cobain: About a Son (AJ Schnack, 2012, si quieres verlo en español, pica aquí), Kurt & Courtney (Nick Broomfield, 1998, lo puedes ver por acá) y sobre todo Los últimos días de Kurt Cobain (Last Days, Gus Van Sant, 2005), la única ficción sobre el tema. Abajo está completa y subtitulada.





Ramón Sampedro (1943-1998)

Aunque en su biografía aparece como escritor y marinero, su obra más conocida fue el video de su propio suicidio asistido. Ramón quedó parapléjico después de un accidente al lanzarse un clavado. Su lucha para que se le permitiera la eutanasia fue llevada a la pantalla por Alejandro Amenábar, en Mar adentro (2004) y alcanzó todos los premios habidos y por haber, menos el TV y novelas, que ganó Apuesta por un amor, ese año y que puedes ver en Blim o por acá. No encontré ningún link legal de la cinta, pero si quieres verla, está en Gnula.





John O'Brien (1960-1994)

O'Brien era de esos escritores que acabaron con su vida mucho antes de volverse famosos. Escribía lo que podía y cuando podía, entre otras cosas, estuvo involucrado en Rugrats, aventuras en pañales, como guionista de la serie de tv. Su fama le llego de una manera muy curiosa. Su primera novela publicada, Leaving Las Vegas, fue tan exitosa que fue comprada por un estudio para volverla la famosa película que le dio el Oscar a Nicholas Cage. Se suicidó poco después y nunca vio la cinta. Se dice que Adiós a las vegas (Leaving Las Vegas, Mike Figgis, 1995) fue una larguísima y hermosa carta de suicidio, autobiográfica y predictoria. También la encuentras en Gnula.


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