“El mundo es de los aventados” – Juan Escutia
Aprovechando que los queridos
amigos de Cinemex y Universal se pasaron de lanza y evitarán que todos sus “Cinéfilos
frecuentes” no vayan a poder usar sus puntos en su Combo cuates hoy en la noche
y no van a poder ver antes que yo Escuadrón
Suicida, más que enviarles mis condolencias, les dejo un bonito ejercicio
de búsqueda para que se entretengan toda la noche viendo o localizando algunas
películas que hablan de nuestros suicidas consentidos. Así podrán canalizar sus
energías en algo más productivo que destrozas sus cuartos y tirarse a ver Strange Things en Netflix, malgastando
sus clínex y observando cómo novia plantada sus boletos que ya no les van a
servir.
Vincent Van Gogh (1853-1890)
Nuestro choreque favorito, pasó a
la historia por pintar rayones maravillosos, jugarle al Armillita pero con su
propia oreja y por haber acabado su miserable existencia por su propia mano.
Sobre el tema se ha escrito y reflexionado mucho (hasta una bandúncula - o sea,
la mezcla de banda y forúnculo - se puso el nombre del órgano que se auto
extirpó). Las cintas más sobresalientes sobre él son Van Gogh (Alain Resnais, 1948), Vincent
y Theo (Vincent & Theo, Robert
Altman, 1990), Sueños de Akira Kurosawa
(Dreams/夢,
Akira Kurosawa, 1990, en el episodio “Cuervos”) y sobre todo, Sed de Vivir (Lust for Life, George Cukor y Vincente
Minnelli, 1959), la que hoy recomiendo, sobre todo por la estupenda
interpretación de Kirk Douglas como Vincent. Es fácil de localizar, está en Popcorn
Time, pero para mejores resultados, búscala como El loco del pelo rojo
online, en Google ¡Hostias!
Yukio Mishima (1925-1970)
Uno de los más grandes novelistas
japoneses, se hizo famoso, además de todo, por sus incogruencias político-sociales
(a pesar de ser homosexual, tenía una marcada tendencia al tradicionalismo de
su sociedad y a la extrema derecha política). Se practicó el seppuku (conocido por muchos como harakiri), que consiste en auto destriparse. Sobre
él han corrido ríos de tinta y se han filmado muchas cintas sobre sus obras,
pero lo más sobresaliente es la estupenda biopic Mishima, una vida en
cuatro capítulos (Mishima: A life in four chapters, Paul Schrader,
1985), al cual es una obra mayor. Les dejo la cinta completa con subtítulos en
español.
Kurt Cobain (1967-1994)
El más rebelde del “club de los 27”, llegó a ser tan influyente que
muchas adolescentes de mi generación perdían la cabeza por él (incluso, él
perdió la cabeza por sí mismo). A todos nos dejó un hueco en el corazón, casi
del tamaño del que se hizo en el cráneo cuando escuchamos la noticia de su
muerte. Sobre su misterioso suicidio se ha especulado mucho: Que si lo mataron
por orden de su esposa, Courtney Love, que si lo mató una banda de ladrones,
que si él mismo se voló la cabeza por accidente al cortarse las uñas de los pies…
Y muchas tonterías por el estilo. Se han filmado documentales y documentales
sobre su vida. Los más sobresalientes son: Kurt Cobain: Montage of Heck
(Brett Morgen, 2015), Kurt Cobain: About a Son (AJ Schnack, 2012, si
quieres verlo en español, pica
aquí), Kurt & Courtney (Nick Broomfield, 1998, lo puedes ver por acá) y
sobre todo Los últimos días de Kurt Cobain (Last Days, Gus Van
Sant, 2005), la única ficción sobre el tema. Abajo está completa y subtitulada.
Ramón Sampedro (1943-1998)
Aunque en su biografía aparece
como escritor y marinero, su obra más conocida fue el video de su propio
suicidio asistido. Ramón quedó parapléjico después de un accidente al lanzarse
un clavado. Su lucha para que se le permitiera la eutanasia fue llevada a la
pantalla por Alejandro Amenábar, en Mar
adentro (2004) y alcanzó todos los premios habidos y por haber, menos el TV
y novelas, que ganó Apuesta por un
amor, ese año y que puedes ver en Blim o por acá. No encontré ningún
link legal de la cinta, pero si quieres verla, está en Gnula.
John O'Brien (1960-1994)
O'Brien era de esos escritores
que acabaron con su vida mucho antes de volverse famosos. Escribía lo que podía
y cuando podía, entre otras cosas, estuvo involucrado en Rugrats, aventuras en pañales, como guionista de la serie de tv. Su
fama le llego de una manera muy curiosa. Su primera novela publicada, Leaving Las Vegas, fue tan exitosa que
fue comprada por un estudio para volverla la famosa película que le dio el
Oscar a Nicholas Cage. Se suicidó poco después y nunca vio la cinta. Se dice
que Adiós a las vegas (Leaving Las Vegas, Mike Figgis, 1995)
fue una larguísima y hermosa carta de suicidio, autobiográfica y predictoria.
También la encuentras en Gnula.
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