viernes, 5 de febrero de 2016

Diez películas de terror que puedes ver en Youtube.



No se puede negar la importancia de Youtube, que poco a poco, se ha encargado de sustituir en muchos hogares a la televisión. Desde su aparición hasta la fecha, por lo menos, exterminó por completo los programas de videos musicales y MTV, VH1, Ritmosón y demás, poco a poco han desvanecido este tipo de espacios, al grado que ahora sólo en las pausas sin programación colocan estos materiales. Al principio, el sitio servía para compartir y ver videos de poca duración, pero esto ha cambiado. Ahora, además, se pueden ver filmes completos, muchos de ellos ya imposibles de encontrar en otros lugares porque no llegaron ni siquiera al hoy agonizante DVD, producciones independientes y demás. Y si bien el cine de terror no es precisamente de mis géneros preferidos, debo reconocer que aquí pueden hallarse cantidades industriales de “mierda maravillosa”, como en alguna ocasión la bautizó Pepe Nava. Así que me di la tarea de buscar cintas mexicanas de terror, casi todas conocidas, pero que difícilmente pueden encontrarse en la actualidad y que son de lo mejor que se ha hecho del género en este país. Les dejo las ligas para que las vean antes de que un cretino las retire, así que mi querido Viti, a orgasmearte con esto.


La tía Alejandra

México, 1978. Dirigida por Arturo Ripstein. Con Isabela Corona, Diana Bracho, Manuel Ojeda, María Rebeca. Duración, 98 minutos.
                Por alguna causa, casi todos los blogeros, páginas y publicaciones de cine, nunca la incluyen en sus listas de lo mejor del cine mexicano de terror, y sin embargo, meten cintas tan guarras como Chabelo y Pepito contra los monstruos (México, 1973, de un muy hambreado José estrada). La cinta, escrita por Delfina Careaga y Sabina Berman, es una especie de Thriller psicológico, en el que se mezclan la fantasía, la brujería, el mal y la obsesión destructiva del ser humano. Una tía llega a una casa de familia y con sus supersticiones, la va destrozando poco a poco. Quizá el problema es que es demasiado cine de autor para ser una cinta de terror y demasiado cine de terror para ser cine de autor.



Más negro que la noche

México, 1975. Dirigida y escrita por Carlos Enrique Taboada. Con Claudia Islas, Susana Dosamantes, Helena Rojo, Lucía Méndez. Duración: 96 minutos.
                Tercera parte de la tetralogía del terror de Carlos Enrique Taboada. Las otras son, en orden, Hasta el viento tiene miedo (1968), El libro de piedra (1968) y Veneno para las hadas (1984). En esta, una chica recibe una herencia de una tía solterona, que vivía sólo con su gato negro, llamado Becker, mismo que tiene la mala suerte de caerles mal a las casquivanas amigas de la heredera. Fantasmas, venganzas, nalgas al por mayor, en este extraño mexplotation de calidad. Mención aparte, Lucía Méndez, antes de volverse loca y querer parecerse a María Sorté.




Macario

México, 1960. Dirigida por Roberto Gavaldón. Con Ignacio López Tarso, Pina Pellicer, Enrique Lucero. Duración, 90 mins.
                Gavaldón en la dirección, Emilio Carballido en el guión, basado en un relato de Bruno Traven, música de Raul Lavista, fotografía de Gabriel Figueroa, edición de Gloria Schoemann, López Tarso, la hermosa y fatídica Pina Pellicer y mucho realismo mágico. Terror de calidad que ganó en el festival de San Francisco y nominado al Oscar de mejor película en lengua extranjera. La escena de las velas es una de las más impresionantes filmadas en el cine mexicano.  


  

El libro de piedra

México, 1969. Dirigida y escrita por Carlos Enrique Taboada. Con Marga López, Joaquín Cordero, Norma Lazareno. Duración, 100 mins.
                La segunda de la tetralogía de Taboada, es una cinta que analiza la fantasía infantil, la inocencia hasta en su maldad y sobre todo, una demostración que el cine de terror no debe sostenerse solamente con efectos visuales, como es en la actualidad. Hugo es una de las figuras más terroríficas que han surgido. Por cierto, las nuevas versiones del cine de Taboada no les llegan ni a los talones (en Hasta el viento tiene miedo, hasta las nachas de mini-Mafer Malo desmerecen ante las de Elsa Cárdenas).



Cien gritos de terror

México, 1965, dirección y guión, Ramón Obón. Con Ariadna Welter, Joaquín Cordero, Ofelia Montesco, Jorge Martinez de Hoyos, Alicia Caro. Duración 100 minutos.
                Guionista, más que director, Obón logró, por lo menos, dos de los más grandes clásicos del cine mexicano: El vampiro (1957) y El ataúd del vampiro (1958), ambas dirigidas por Fernando Méndez. Como realizador, sólo pudo entregar esta cinta, dividida en dos historias, que demuestra que el señor sabía y manipulaba los resortes del miedo. La segunda historia es impresionante. 




El fantasma del convento
México, 1934. Dirección, Fernando de Fuentes. Con Carlos Villatoro, Enrique del Campo, Marta Roel, Paco Martínez. Duración, 85 minutos.
                Una temprana aproximación al género, que quizá ya no haga sentir lo que antes, pero que es una estupenda lección de cine. Visualmente, es deslumbrante. De Fuentes, como siempre, no sólo es correcto, sino que en momentos, se siente más que inspirado. Expresionismo puro. Te reto a que vayas al desierto de los leones después de verla.  




Veneno para las hadas.

México, 1984. Dirección y guión, Carlos Enrique Taboada. Con Ana Patricia Rojo, Elsa María Gutiérrez. Duración, 90 minutos.
                Minimalista como pocas cintas, la última de las cuatro aproximaciones al horror de Taboada (la quinta, Jirón de niebla, de 1992, desapareció misteriosamente antes de exhibirse), es quizá la más oscura. Se puede usar, incluso, como material didáctico sobre el acoso escolar. Muchos de sus elementos característicos están aquí: Los internados y las casa viejas, la superstición, la maldad humana y sobre todo, que la crueldad es inherente al ser humano desde sus primeros años. 



Cronos o La invención de Cronos.

México, 1992. Dirigida por Guillermo del Toro. Con Federico Luppi, Ron Perlman, Claudio Brook, Margarita Isabel. Duración, 95 minutos.
                La opera prima de Del Toro, es quizá la mejor de todas sus cintas. En ella se encuentran todas sus obsesiones y un humor desternillante que se fue perdiendo poco a poco. Como siempre, para el tapatío, los monstruos son seres indefensos, que dan incluso compasión y ternura, y los efectos especiales son elementos dramáticos y no motivos para provocar sustos y ascos fáciles. La escena entre Giménez Cacho y Juan Carlos Colombo, es de las mejores de su filmografía.



La noche de los mil gatos.

México, 1972. Dirección, René Cardona Jr. Con Anjanette Come, Hugo Stiglitz, Zulma Faiad. Duración, 93 minutos.
                Canibalismo, multiasesinos, feminicidios y gatos, muchos gatos. Cardona es y será recordado como uno de los peores directores del país, pero qué buenas chicas salían en sus pelis. Este es una especie de chilli giallio. Nada mal, si no te dan asco las escenas de descuartizados, hechas con bofecitos.




Kilómetro 31.

México, España, 2007, Dirección, Rigoberto Castañeda. Con Iliana Fox, Adrià Collado, Raúl Méndez, Luisa Huertas. Duración, 105 minutos.
                Llena de efectos visuales de primer nivel, el argumento intenta mezclar el cine de terror japonés (en especial, Ju-on: The Grudge, 2003, de Takashi Shimizu) con las clásicas leyendas de la colonia. Visualmente es impresionante, aunque es un poco predecible.



Archivo 253.

México, 2015. Dirección, Abe Rosenberg. Con Michel Chauvet, Anna Cetti, Mario Escalante, Juan Luis Tovar. Duración, 79 minutos.
                No es muy original, es una cinta de muy bajo, casi inexistente, presupuesto, rodado con cámara en mano y con actores tan desconocidos que quizá ni lo sean. Pero lo cierto es que este found fotage con guacamole, es bastante interesante si, se ve cuando no hay nada mejor qué hacer.


               Hay muchas más por ahí, nada más es cosa de no ponerse muy exigente, porque algunas copias están de la verdura. Hagan su lista de hallazgos y me la mandan.