No había querido hablar sobre Batman V Superman: El origen de la justicia
porque, entre otras cosas, no sabía si valía la pena hacerlo; han corrido ríos
de tinta alabando y despedazando tanto a la producción, que parecía esteril hacerlo, además que estaba esperando que pasara la euforia inicial para
poder trolear, perdón analizar sin miedo a quemarle la historia a alguien, pero
hoy han pasado más de siete días de su estreno y ya todos saben de qué va el
argumento, y si alguien no la ha visto, no creo que le queden ganas de hacerlo
después de las críticas negativas que ha tenido. Pero vamos a empezar por el
principio, y como este cine tiene programa doble, empecemos con la película
viejita.
E.U.,
2015.
Dirección:Jon
Schnepp.
Guion:Jon
Schnepp.
Fotografía:
Carl Millard King.
Documental.
Duración:
104 minutos.
En
1989, el director Tim Burton realizó la, entonces, muy polémica Batman. El estreno fue una locura, fue
la primera vez que se vendieron boletos con semanas de antelación y además, se
hizo una función de media noche, horas antes del estreno oficial. La “batimanía”
se extendió por el mundo y con el todavía vigente Christopher Revee, se hablaba
de una hipotética reunión entre los superhéroes más famosos que existen. Para
1992 Batman regresa (Batman Returns) fue otro éxito seguro. A
diferencia de la costumbre hollywoodense de entonces, de reducir el presupuesto
para las secuelas, en el caso del segundo acercamiento de Burton al “caballero
oscuro”, contó con un presupuesto igual y es considerada, hasta la fecha, una
de las mejores (sino es que la mejor) cinta del género. Ese mismo, año,
apareció La muerte de Superman, una
historieta que buscaba recapturar la atención del público hacia el personaje,
ya que se encontraban muy bajas las ventas. La
muerte… se volvió el cómic de mayor venta de la historia. El ya histórico Superman #75 llega a venderse, hoy en
día, hasta en $500.00 USD. Para 1996, Jon Peters, productor de Batman y sus secuelas, compra los
derechos cinematográficos del superhéroe y comienza a proyectar un filme basado
en La muerte de Superman. Primero contrata
a Kevin Smith, para arreglar un guión llamado Superman Reborn, que fue rescrito por el polémico director y
guionista y rebautizado como Superman
Lives, mismo que es rechazado por quien es designado para dirigir la
película, Tim Burton. La cinta nunca se filmó, ya que unas semanas antes de
comenzar a filmarla, los estudios retiran su apoyo y el proyecto se cancela.
El
documental de Schnepp cuenta la historia a partir de aquí, entrevistando a
todos los involucrados en la fallida cinta, desde Burton, Smith, Peters, etc.
El papel de Superman caería en manos de Nicholas Cage, lo cual generó
comentarios explosivos hacia la decisión en el naciente internet, y la inexistente
película se convertiría en una leyenda urbana. Se decía que se había cancelado por
ser una de las más malas ideas de la historia, que fue porque Cage se veía
fatal, etc. Lo cierto es que por lo visto en este filme, se puede adivinar una
cinta visualmente muy interesante, y contrario a lo pensado, Nicholas Cage
hubiera sido un Superman por lo menos superior al que interpretó Brandon Routh
en Superman Regresa (Superman Returns, 2006, Bryan Singer).
La
película es muy discreta, se insertan en ella algunas animaciones y reconstrucciones
de lo que serían algunas de las escenas importantes de la aventura, que la
verdad, están muy mal realizadas. Es un fan film, de hecho, fue financiado
totalmente en la plataforma “Kickstarter”, que es similar a la latinoamericana “Fondeadora”,
una página en la cual se financian proyectos por medio de donadores.
Cinematográficamente no aporta nada, pero es muy valiosa como testimonio de lo
difícil que es la labor cinematográfica. The
Death of Superman Lives… es un trabajo muy agradable, que se deja ver, que
procura no ser tendencioso, que trata con ternura a todos los que estuvieron
involucrados en la realización de una de las pelis inexistentes más soñadas de
la historia. Lo único malo es que, al igual que la mayoría de estos trabajos,
en nuestro país es prácticamente imposible acceder a él, ya que no tiene
distribuidora en México, ni en video siquiera. Incluso, ni siquiera Netflix se
ha preocupado por ella. Para poder verla, o se busca en Torrents o se visualiza
en uno de esos sitios de cine online
informales (pirata suena muy gacho, la verdad), o quizá pueda comprarse en la “pirateca
nacional”, es decir, en los dvd’s clones de afuerita de la Cineteca. O bien, en youtube, picando aquí.
cinepremiere.com.mx |
Batman vs
Superman: el origen de la justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice)
E.U.,
2016.
Dirección:
Zack Snyder.
Guion:
Chris Terrio y David S. Goyer, basados en personajes de DC Comics.
Fotografía:
Larry Fong.
Intérpretes:
Henry Cavill, Ben Affleck, Amy Adams, Jesse Eisenberg, entre otros.
Duración:
151 minutos.
Para
cuando lean esto, seguramente ya saben de qué va la susodicha cinta.
Seguramente sabrán que rompió el record del estreno nocturno más vendido de la
historia y que en la muy tendenciosa y poco fiable Rotten Tomatoes (le dan, por
ejemplo, 56% de “frescura” a Cantinflas,
de Sebastián del Amo y a Rápido y furioso
7, de James Wan, un 81%, mientras
que a esta cinta, solamente un 26%) la está pateando sin misericordia. Por lo
mismo, no tiene ni caso que coloque un resumen de la misma.
La
película está dirigida por Zack Snyder, quien se convirtió en el “mejor
adaptador de historietas al cine”, debido a lo exitosas que resultaron 300 (2004) y Watchmen (2009), basadas en sendas novelas gráficas. El secreto de
Snyder fue el prácticamente usar los escritos como storyboard. Visual y narrativamente, eran más que fieles a los
originales en los que se basaron, así que los fanáticos se volvieron locos de
felicidad cuando supieron que se haría cargo de El hombre de acero (man Of
Steel, 2013). Pero sus cintas “personales” fueron un rotundo fracaso,
debido a que el director tiene un estilo visualmente muy barroco. Ahora bien, Batman Vs Superman, es, sin duda, su
cinta más polémica y el huracán que puede hacer que su carrera se caiga a un
barranco.
Hoy
en día no se trata de si la cinta es buena o mala, sino de ver quién odia más a
Snyder, si DC es mejor que Marvel o viceversa. A eso se ha reducido la crítica
a la cinta.
Lo
que pienso personalmente de la película me traba, me cuesta mucho trabajo ser
neutral. Como crítico (o bloguero que intenta serlo nuevamente), debo reconocer
que es una cinta que tiene muchos errores de continuidad, que da por hecho que
su público conoce no sólo la mitología básica de los personajes, sino también
los datos duros. Pero siendo honestos, pocos de los que entran a la sala han leído
El regreso del caballero oscuro, Batman: Año uno, La muerte de Superman, Superman:
Doomed, Superman Doomsday, Crisis en las tierras infinitas, Batman: Muerte en familia, Injustice, etc. Sí. El mayor error de
Snyder fue basarse en demasiadas historias, que sólo el 1% del público pude
haber leído. Otra falla que tiene es que, en tiempos que RT le da un 81% de
frescura a Rápido y furioso 7,
realiza un filme que se toma su tiempo para desarrollar personajes, cosa que le
funcionó mucho a por ejemplo, Peter Jackson en El Señor de los anillos: La comunidad del anillo (The Lord of the Rings:The Fellowship of the
Ring, 2001). Julio Vélez, de Cinepremiere.com.mx,
comentó que a Marvel Studios le llevó 10 años construir un universo, mientras
DC/Warner provocó que el director tuviera que hacer lo mismo en una sola cinta
(El hombre de acero) y esta de la que
estamos hablando. En resumen, es una producción sobre saturada.
Se
podría escribir una biblia de referencias, tanto al medio en que se basa (que
si las fechas que se dicen, los lugares, los comentarios de los personajes, los
símbolos, los cameos de personajes, etc.), así como a ciertos libros,
películas, etc. Prácticamente, cada escena tiene algo que remite a algo más y
eso llega a ser abrumador. Dice una teoría pedagógica, que la capacidad de
atención de un joven promedio es de quince minutos, que después de ese tiempo,
todo lo que está en su cerebro es sustituido por información nueva, porque no
puede procesarla tan rápido. Si es así, eso es algo que ocurre al verla. Pero
al final del día, es un filme bien facturado. Los personajes están muy bien
elaborados, el casting no tiene errores. Cavil es un decente Superman, aunque
sabe que es difícil que no lo comparen con Christopher Reeve, Ben Affleck
construye un Batman que no aporta nada nuevo, pero que no desmerece en
comparación a por ejemplo, Michael Keaton, quien definió el carácter que debe
tener el personaje. Amy Adams, por su parte, ni siquiera tiene de qué
preocuparse, porque las Luisas Lane anteriores fueron tan grises, que ni quien
le reclame, así que tiene, prácticamente, terreno virgen en dónde trabajar,
igual que Gal Gadot, porque desde hace mucho que la gente olvidó a la hermosa
Lynda Carter. Incluso, el polémico Jesse Eisenberg logra un Lex Luthor muy
impactante, desmesurado, a punto de una psicosis, que no sólo no rompe el tono
de la cinta, sino que lo enriquece. Eisenberg logra quizá una de las mejores
actuaciones de su carrera. Sé que muchos me querrán linchar al leer esto
(bueno, uno que otro, porque tampoco me lee demasiada gente, bendito sea el
poco tráfico de mi página), pero construye un personaje muy consistente, bien
trabajado. Muchos lo han querido comparar con Heath Ledger en El caballero de la noche (The Dark Knight, 2008, Christopher Nolan),
por lo desmecatado y delirante de su interpretación, pero no existe referente
más lejano. Lo que hace el actor es un ser angustiado, solitario, acomplejado,
un “mi rey”, lleno de demonios que lo atormentan (literalmente, porque quien ha
seguido los cómics de Los nuevos dioses,
sabe que cuando Dark Side, el villano por excelencia de DC, se aproxima a
invadir un planeta, un personaje comienza a tener visiones apocalípticas y
premonitorias). No es, como puede verse superficialmente, una caricatura de
Luthor.
Algo
que me llamó la atención es que, de todas las citas y referencias existentes en
el filme, quizá algunas de las más curiosas y visibles (a quien observa con
calma) son las referentes a Tim Burton. Es inevitable encontrar esa figura del
Batman psicótico que introdujo Burton a la franquicia, que no se toca el corazón
para matar, incluso, en Batman inicia
lo hace de forma mucho más sádica y violenta que en esta. La persecución del
camión con kriptonita es muy parecida a las de Batman, incluso la música de Hans Zimmer llega a reverenciar por
momentos el score compuesto por Danny
Elfman para el director de Beetlejuice,
el súper fantasma (Beetlejuice,
1988) y por él mismo para Nolan, en sus trilogías del “caballero oscuro”. Pero
la referencia “burtoniana” más fuerte es para el Superman que nunca llegó a
filmar. Snyder regresa a la idea de la muerte del “hombre de acero”, utiliza el
Doomsday de energía que quería usar el señor Burton y sobre todo, la transformación de
color que va sufriendo el uniforme del “hijo de Kriptón” durante la cinta, que
se va oscureciendo poco a poco, hasta tornarse azul metálico al final, como un
clon del que iba a utilizar Nicholas Cage.
Oscar Uriel, en el programa Final de partida,
comentó que esta cinta reflejaba el divorcio al que se enfrentaba la crítica y
el público. Creo que tiene toda la razón. En tiempos que los críticos son
periodistas, comunicólogos y casi cualquier persona que tiene una computadora (aunque
me duela la pedrada), se ha olvidado que lo primero es dejar de lado el gusto
personal, la simpatía o antipatía que puedan provocar quienes colaboran en el
proyecto. Hoy se trata de destrozar porque no entiendo, porque no me gusta,
porque me cae mal un tipo con mayas que viene a salvar al mundo y un director
que cree que todo lo que come se caga como oro. Y de eso se están dando cuenta
los espectadores. La cinta no es la gran película de superhéroes, pero tampoco es
la peor que se haya filmado.
En una escena
de la cinta, Superman se dirige al Capitolio de Washington D.C. Durante el
transcurso, se puede observar gente que está a favor del héroe y también a personas
que lo odian. Snyder, "sin querer queriendo", ha trasladado esa sensación a los foros de internet,
a los periódicos, a los programas de televisión. Es una lástima. Creo que habrá
que dejar que pase el tiempo, que se enfríe la polémica para poder determinar
si es o no una mala cinta. Batman vs.
Superman: El origen de la justicia, por lo pronto, ya pasó a la historia
por ser la película más injustamente odiada que ha existido. En eso sí que ha
superado a Marvel.