El estreno de Batman V Superman: El amanecer de la justicia (Batman V Superman: Dawn Of Justice, de Zack Snyder, 2106, de la que escribí por acá) desató una ola de controversias, debido a que el filme, que no es en sí una mala película, sí tuvo varias fallas de coherencia y continuidad. El sitio Rotten Tomatoes se convirtió en pieza clave de esta situación y destapó una cloaca que deja ver la situación actual de la crítica cinematográfica.
La
crítica del siglo XXI está plagada de periodistas, comunicólogos o hasta
simples ociosos que a veces consiguen el puesto porque nadie en sus medios lo quiere
o porque son los únicos de la oficina que no salen del cine, lo cual no es
sinónimo de criterio o conocimiento cinematográfico. Otros son blogueros o youtubers, que comienzan a subir sus videos y críticas sólo por su
pasión por el cine, sin tener siquiera un mínimo de bagaje cinematográfico. En
otros casos, son reseñistas, porque lo que hacen es resumir lo que otros dicen
o simple y sencillamente rescribir los boletines de prensa. Ha habido muchos
medios, desde publicaciones periódicas y diarios, hasta páginas web
especializadas, que mantienen un buen nivel en sus análisis fílmicos, pero por
desgracia, lo que le importa a los que hoy por hoy están en el negocio, es el
seguir trabajando, y esperan que les den la línea a seguir. Incluso, hay otros
que se dedican a descaradamente, con o sin premiso de los autores originales, a
repetir las notas de otros. Bajo esta óptica, hay pocos que todavía estudian
crítica en alguna escuela o en talleres, y menos que se dedican a investigar y
publicar libros especializados
Rotten Tomatoes aparece por primera vez
en internet en 1998. Nació debido a que un empresario ocioso, llamado Senh
Duong, pensó en construir un sitio que permitiera saber la calidad de las
películas, sumando y promediando los comentarios de las mismas. Según el sitio Wikipedia (Con todo y lo dudoso que puede ser también, es la
única base de datos medianamente confiable en estos días), el señor tenía como hobby reunir todas las críticas y
opiniones (reviews) de las películas
de Jackie Chan (y luego preguntan por qué critico a Rotten), así que inventó este lugar en donde pudieran concentrarse
todas las opiniones de los filmes existentes, de todas las épocas, para que los
usuarios pudieran escoger qué ver y qué no, y así mismo, pudieran dar su
opinión. Poco a poco, el hobby se
transformó en un negocio y terminó vendido, primero a IGN, y posteriormente, a Flixter,
una subsidiaria de Warner. Hoy en día,
es el medio más recurrido al momento de opinar sobre cine. Ahora bien: ¿qué tan
confiable es el sitio? Analicemos desde el principio cómo funciona y cómo lo ve
el público.
Al
entrar a la página, aparece el trailer de la cinta, el cartel, , un
“tomatómetro” y unos botes de palomitas. Para ser considerada en Rotten, una cinta debe tener, por lo
menos, cuarenta reseñas de profesionales inscritos en la comunidad. Si un
tomate es un manchón verde, quiere decir que los críticos votaron
negativamente, entre 0 y 59%; si es rojito, significa que al menos el 60% lo
hizo a favor; y más del 75%, significa que los críticos amaron la cinta y acaba
de ganar el “sello de calidad”, es decir, un tomate rodeado de la leyenda “frescura
garantizada (Certified Fresh)”. En cuanto a los usuarios, con sólo dar de alta
su cuenta de Facebook, pueden dar
“estrellas”, las cuales se contabilizan y promedian. Si la peli tiene 3.5
estrellas, se le da un bote lleno de palomitas, si es menos, un bote con las
palomitas derramadas. Así de simple. El problema es que la gente va a la página,
y entre que a muchos no les gusta leer y a otros no se les ocurre bajar más
allá del tomatómetro porque les da hueva, pues ni se enteran de lo que han
escrito sobre las cintas que se consultan. Esto está estratégicamente colocado,
de tal manera que casi diez centímetros abajo, están los links a las páginas de
los analistas que reseñaron y todavía menos gente va a sus respectivos sitios a
leer lo que escribieron.
En
la página oficial, de E.U., se puede consultar los nombres de los miembros de
la comunidad, como símbolo de transparencia, y se pueden encontrar nombres de
gente diversa, desde Ernesto Diezmarquez, de Reforma, hasta Érick Estrada, de Cinegarage, gente con cierta credibilidad en lo que escriben.
Revisando un poco los perfiles de los involucrados, vemos a gente como Pablo A. Scholz.
Ha reseñado 49 cintas, de las cuales, solamente le ha dado “tomatazos” a 5
cintas. De las que ha calificado positivamente, en 13 casos no ha coincidido
con los demás “tomateros” (así les llamaré de vez en cuando, para tener más
adjetivos). Hay que hacer incapié en que todas sus entradas corresponden a
películas comerciales. Ahora, tomando al azar una de las cintas que criticó
Scholz, por ejemplo, Minions (íbid, Pierre Coffin y Kyle Balda, 2015), encontramos que hubieron
192 reseñas, 106 positivas y 86 negativas, por lo tanto, tiene 55% de
“frescura”, o sea que los minions son verdes y no amarillos. En cuanto a la
audiencia, está en un 55%, quiere decir, que se cayó su cubetita.
Otro
ejemplo es La sangre de Romeo (Romeo Is Bleeding, Peter Medak, 1993).
La cinta es considerada de las mejores de los noventa en cine negro. Su
calificación en IMDb, otro sitio que recopila todos
los datos de las cintas y que se ha ganado el sitio del más confiable de su
tipo, es de 6.6, según los usuarios. Filmaffinity,
otro igual pero con menos tráfico que RT,
la coloca con 6.2. Allocine,
en su versión francesa, le pone 3.5 estrellas de cinco, mientras que Rotten
la califica con 23%, mientras que los usuarios le dan un 61%. Analizando lo que
pasó, es que la cinta tiene 35 críticas, 8 positivas y 27 negativas. En el
momento de su estreno, la crítica se desparramó positivamente hacia el filme,
pero en ese entonces no siquiera existían las páginas como RT, vamos, ni siquiera se soñaba con que hubiera internet en los
hogares. Los que la calificaron así, en su mayoría son gente de sitios de
cierta seriedad (que no siempre son confiables en cuanto a sus críticos, el Reforma tiene entre sus filas a Alvaro
Cueva, en crítica de TV). Entre los que están firmando, me llaman la atención uno
de ellos: Roger Ebert,
considerado el padre de la crítica norteamericana. En la reseña en su página, RogerEbert.com,
le da 2 de 3 estrellas de calidad, mientras que en Rotten,
la registra negativamente. Ebert se caracterizó por calificar las cintas
reseñadas, primero con el dedo arriba y abajo, después con las famosas
estrellitas. Es decir, él fue quien empezó a esquematizar la crítica.
Un caso
muy similar es Armond White, quien es uno de los
críticos más odiados y odiosos del mundo. No sé cómo sea como persona, pero es
un tipo que en sus trabajos siempre parece que odia al cine y a la humanidad. Casi
todas sus reseñas son negativas, cuando no hasta insultantes. En algunos casos,
según comenta el sitio Cinemanía,
en una excelente nota, parece ser el más lúcido de los analistas
cinematográficos, y la verdad, un tipo que se atreve a reconocer que Avatar (Íbid, James Cameron, 2009) es una basura, merece mis respetos.
Como
podemos ver, en esto de la crítica y el análisis cinematográfico hay de chile,
mole y dulce, por lo mismo, es difícil y a veces casi imposible realizar, un
promedio que sea justo para todas las cintas en general. Y en Rotten Tomatoes, todavía es menos justo.
Además, los criterios para calificarlas son bastante arbitrarios, de tal
manera, que una película de autor y una comercial se evalúan con la misma
medida. En este sentido, parece que no hay problema y parece apropiado, porque
todas las películas son lo mismo: Cine. El problema es cuando una cinta como Rápidos y
Furiosos 7 (Furious 7, James
Wan, 2015), alcanza 80% de frescura, al igual que El renacido (Mi reseña por aquí), que se llevó
82%, Cara a cara (Ansikte mot Ansikte, Ingmar
Bergman, 1976), Deadpool
(también mi reseña anda por aquí), Nostalgia (Nostalghia,
1983) y El sacrificio (Offret, 1986), ambas de Andrei Tarkovsky.
Siguiendo este ejercicio, querría decir que James Wan es un visionario a la altura
de Bergman o Tarkovsky, o jodidamente, debió merecer el Oscar a Mejor director
que se llevó “el negro” Iñárritu, o que Rápidos… es su obra maestra, y
pronto estará entre las cien mejores de la historia. Pero no es así. En el
juego de la crítica, aunque la escala de calificaciones sean las mismas, los
criterios dependen tanto del crítico, del público al que está dirigida la
cinta, si el señor que iba a escribir sobre ella anda de malas, de buenas o
cansado, o es fan from hell del director.
Hace
un tiempo, en una revista llamada Dicine,
había una sección llamada “Remolino de pasiones”, en la que los críticos
pertenecientes a la publicación votaban con hasta cinco estrellas los estrenos
del mes anterior. Les dejo la imagen del número 56, de 1994:
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Si
observan bien, ninguna cinta, buena o mala, alcanza a ser calificada de forma estándar.
José Xavier Navar, especializado en cine de terror y serie “B”, le da una
estrella a Los tres mosqueteros (The
three musketeers, Stephen Herek, 1993),
es decir, “Puede verla si está de ocioso”, mientras que Leonardo García Tsao,
quizá el mejor de los críticos mexicanos que quedan vivos, le da dos puntos, es
decir, “Evítela como la plaga”; y Javier González Rubio, le da dos estrellas,
es decir, “Vale la pena”. Igual funciona Rotten. Y por desgracia, esto
es lo que menos ve el público que entra a la página a buscar información. Lo
que se observa es la superficie, lo que le dice que un filme es bueno o malo,
nada más, pero no profundiza en por qué ocurre esta situación.
Y también existen
rumores de que hay corrupción y manipulación de calificaciones, pero esto es
algo más complicado de explicar y entender, por lo que creo conveniente dejarlo
para una segunda entrega. Les dejo el enlace a la parte dos, aquí